LB1

Vitícola: Después de un día de lo más primaveral, decidimos descorchar esta botella para cenar un picoteo rápido en casa y, la verdad, es que desde el descorche me gustó su aroma afrutado. Desde mi opinión inexperta y autodidacta puedo decir que se trata de un vino redondo. De este blanco, me gustó mucho su aroma al servirlo en la copa y, después de intentar percibir la complejidad aromática, al probar el primer trago sentí una aguja ligera que me encantó. Además en mi paladar predomina una sensación de frutas ácidas muy agradable y creo que es un vino estructurado y fresco que puede acompañar a la perfección esas tardes de verano.

En cuanto al nombre, os voy a confesar que eso de LB1 me sonaba de algo, pero no sabía muy bien de qué, así que me dispuse a investigar. Y, gracias a la ayuda inestimable de Google, recordé que LB1 es el nombre que recibieron unos restos encontrados en la Isla de Flores (Indonesia). Estos fueron considerados en un primer momento como una posible nueva especie de homínido ancestral al que llamaron Homo Floresiensis. Finalmente, según los investigadores, se trata de un Homo Sapiens que sufría algún tipo de patología, no nos vamos a enrollar con esta historia. Con todo, nos preguntamos si existe alguna relación entre el nombre y este hallazgo científico o si se trata de algo anecdótico… ¿Qué creéis? ¡Si sabéis algo no dudéis en contárnoslo!

 

Vitícolo: Estaba buscando un blanco en el pequeño comercio especializado donde suelo compra vinos y vi éste en la estantería. Estaba de oferta, la etiqueta me gustó y se trataba de un Rueda Verdejo, que como hemos dicho con anterioridad en este blog, no suelen fallar. Así que lo compré y se ha pasado unas semanas en la nevera hasta que le ha llegado el turno de ser catado. Una vez abierto me fijé que se trataba de un vino de la bodega 4 rayas, bodega de la que ya hemos probado otro Rueda Verdejo, el Cuatro Rayas. Lo curioso es que este vino no aparece en la pagina web de la bodega. En alguna ocasión los bodegueros hacen este tipo de cosas para vinos que ponen a la venta en restauración o para algun vino al que no le quieren dar mucha repercusión, quién sabe…

En cuanto al sabor del vino a mí me ha encantado. Es un Verdejo ligero, muy fácil de beber y muy agradable. Para mi gusto y dada su mayor ligereza y suavidad, es casi superior al Cuatro Rayas, vino que parece ser el emblema de la bodega en cuanto a Verdejo.

 

 

Color: Amarillo pálido con unos ligerísimos toques verdosos.

Sabor: Según los expertos podemos apreciar notas a frutas tropicales como la piña, la guayaba y el mango. El resultado es un vino afrutado, fresco y suave que no os defraudará.

Presentación: La presentación de este vino es muy moderna, tanto por su cromática -veremos que juega con los tonos azul, negro, blanco y plateado- como por su nombre. Ya sabéis que le damos mucha importancia al corcho y a la cápsula en una botella y, por ello, siempre os presentamos una foto. Pues bien, esta botella utiliza un tapón de tipo Nomacorc Light; es decir un tapón sintético que se utiliza cada vez más en los procesos de embotellamiento. Según hemos podido leer se trata de un tapón con huella de carbono cero que se fabrica a base de polímeros de azúcar y es reciclable. Además, tal y como podemos observar en la foto, este tapón -diferente del que utilizaron en el vino Cuatro Rayas del que os hablamos hace unas semanas- presenta tanto una personalización de la bodega como un detalle que nos gusta mucho: uno de los extremos presenta una circunferencia ligeramente inferior con el objetivo de facilitar el cierre de la botella con el mismo corcho. Por todo, podemos decir que nos ha gustado mucho la presentación.

Denominación de origen: Rueda

Año: 2017

Precio: 3,9 € en Internet

Uva: Verdejo

Etiqueta trasera: Es sencilla, clara y elegante. Se presenta el vino en inglés y en español.

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