Vitícolo: Nos encanta este vino. Es de esa clase vino tinto que tiene un sabor y un aroma característico, pero muy cuidado. La primera vez que lo probamos fue prácticamente a ciegas, pero nos encantó.
Proviene de Valdeorras de una pequeña bodega familiar y esta etiquetado como “Castes nobles”, estos son viñedos característicos de la zona. Este vino está elaborado concretamente con la monovarietal Brancellao. Si lo veis por ahí probadlo, es un vino exquisito y nada que ver con los clásicos Riojas o Riberas del Duero.
Vitícola: Hace algunos meses fuimos al Salón de los Vinos de Valdeorras. Allí tuvimos la suerte de conocer la Bodega Alan del Val con un vino tan especial como éste. Os voy a confesar que una vez terminadas las catas hablamos con una chica muy amable que nos preguntó cuál había sido el vino que más nos había llamado la atención y yo, con la humildad por delante, le dije: “Yo, no sé de vinos, pero me quedo con el A Costiña”. Cuál fue mi sorpresa cuando se rió y me contestó: “pues para no saber de vinos, sabes mucho”. Esta frase se quedó grabada en mi mente, sobre todo cuando me dijo que era la hija del dueño de la bodega y me explicó que se trataba de una edición limitada que elaboraban con mucho mimo. Así que llevamos con esta botella en nuestra cava desde Navidades, esperando un momento especial para degustarla, y por fin le ha llegado el momento. Un vino de carácter atlántico en el que se entremezclan aromas dulces y minerales en un equilibrio estupendo.