Vitícolo: Ya he comentado en muchas ocasiones que los vinos saben mucho mejor si sabes de dónde vienen, dónde se han elaborado, si ves las cepas y si charlas con las personas que se encargan de elaborarlo. Con todo, para mí este es un vino de 10.
Se trata de un vino de Garnacha de cepas viejas y casi asalvajadas, por lo que no esperéis la delicadeza y la clase de un Rioja o de un Ribera. Los vinos de esta bodega son vinos diferentes, salvajes afrutados con sabores muy naturales, la garnacha de la zona tiene tanta personalidad y tanto carácter que, para la elaboración de los vinos, no necesitan añadir ningún tipo de fermento natural. Los vinos de la recién creada DOP Cebreros, son un tesoro por descubrir.
Vitícola: Cuando lees que una bodega tiene la mejor Garnacha del mundo, vas. Y así fue cómo conocimos la bodega de 7Navas una bodega que cuenta con cepas centenarias en las faldas de la Sierra de Gredos. Hoy os hablamos de un vino que ha sido vendimiado a mano y eso merece ser puesto de relieve. Asimismo, queríamos indicar que es un vino que no ha sido filtrado, sólo se clarifica y se sulfita a dosis mínima antes de ser embotellado. Estamos hablando de un vino que ha pasado una crianza de 12 meses en barrica y eso le aporta el aroma a tostados y ahumados típicos de este proceso de envejecimiento. Cuando lo catamos por primera vez en la bodega me pareció un vino muy bueno, y al descorcharlo en casa me pareció excelente porque es un vino equilibrado, ligero y untuoso a la vez, con un toque goloso que maridó a la perfección con nuestro pollo asado. Así que para los que nos gusta la garnacha es, sin duda, un vino que hay que probar.