Vitícola: Este verano he impartido un curso a unos alumnos encantadores con los que he compartido no sólo conocimientos, sino también el gusto por el vino. Hablando del todo y de la nada, uno de mis alumnos me dijo: “en septiembre estaré vendimiando, pero eso ya no genera interés”. Y yo le contesté: “¡A mí sí!” Y ahí empezaron nuestros intercambios en materia de vitivinícola. ¡Cuál no fue mi sorpresa cuando el último día del curso Thomas me trajo esta botella! Me emocioné y, por supuesto, aquí estoy hablando de ella; no sólo porque para mí tiene un gran valor emocional, sino porque además se trata de una denominación de origen poco conocida que produce vinos tan buenos como éste que ha recibido una Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Vinos de Lyon (Francia). ¡Y no es el único premio que ha recibido esta bodega! La Bodega Soledad ha cosechado reconocimientos en varios concursos como el Mundus Vini y los Premios Nacionales Mezquita de Córdoba. Así que tendremos que seguir probando vinos de esta bodega.
Nosotros lo descorchamos una noche de septiembre, en la que empezaba a refrescar y el cuerpo nos pedía un solomillo de ternera y, la verdad, es que fue todo un acierto. Por ello, quiero dar las gracias a Thomas, que espero siga vendimiando y produciendo vinos tan redondos como éste.
Vitícolo: Normalmente estamos acostumbrados a que nos ofrezcan vinos tintos de Ribera o Rioja, pero hay otras pequeñas denominaciones de origen más pequeñas y menos conocidas que saben hacer las cosas muy bien. Este vino de la pequeña denominación de origen de Uclés, es un claro ejemplo. El vino es muy correcto, de sabor redondo, muy recomendable, sin duda si vais por la zona hay que probarlo.