Vitícola: Es el primer vino de Lanzarote del que hablamos en nuestro blog. Como sabéis, se trata de una isla volcánica de clima subtropical, de ahí que los vinos de esta zona sean originales y atractivos para el paladar. Se trata de un vino seco, y esto quiere decir que no se caracteriza por su dulzor, pero no por ello se trata de un vino difícil de beber. En efecto, estamos ante un vino complejo con matices frutales y herbáceos; para nosotros, además tiene un punto de salinidad y de mineralidad, que nos recuerda al terreno abrupto y a las cenizas volcánicas (¡qué ganitas de vacaciones!, hihihi…). Por ello, tanto si os gusta el vino seco, como si no, es muy recomendable probarlo. Si os sirve de orientación, a mí no me suelen entusiasmar los vinos secos, pero éste tiene ese “no sé qué, que qué sé yo, que yo que sé” que merece tener una oportunidad en vuestra mesa.
Vitícolo: Seleccioné este vino en la tienda porque me llamó la atención la botella. Además los otros vinos Canarios que he probado me han encantado. Lo cierto es que a mí no me ha apasionado tanto como a Vitícola, el problema es que no me gustan los vinos tan secos, pero claro en la etiqueta se indica claramente que se trata de un vino seco.
La botella es simple y muy bonita, aunque echo en falta algo de información adicional, quizás con una pequeña contraetiqueta lo arreglarían.