¿Quién no quiere brindar estas Navidades con un buen Champán? Y, claro, ¿quién no se ha encontrado sin saber cuál elegir? ¿Quién nos se ha preguntado qué quiere decir esa etiqueta que acompaña al nombre -brut, brut nature, blanc de blancs…-? Pues bien champagnelovers éste es vuestro post. Hoy os vamos a explicar cuál es la clasificación del champagne y qué implica.

El Champán empezó su momento de auge en el siglo XVII cuando empezó a convertirse en la bebida preferida por la realeza, la aristocracia y los nobles europeos y, por ello, desde entonces se asocia este caldo a una cierta distinción, elegancia e incluso elitismo. En la actualidad existen distintos tipos de champagne que pueden clasificarse en función de la variedad de uva utilizada:

1. Prestige Cuvée: Nos encontramos ante un champagne elaborado con distintas variedades de uva que dan lugar a caldos singulares y de gran calidad. Suele representar el mejor champagne de la casa. Aunque esta clasificación carece de una legislación que lo determine, cada bodega elige su propio Prestige Cuvée.
2. Blanc de noirs: Se trata de una clasificación que designa a aquellos caldos espumosos que se elaboran a partir de uvas tintas de pulpa blanca como el pinot noir o el pinot meunier y, para no manchar el caldo, se usa una especial presión rápida.
3. Blanc de blancs: Estamos ante un caldo elaborado única y exclusivamente con la variedad de uva blanca Chardonnay. Cabe señalar que en ocasiones también puede atribuirse este distintivo a caldos que incluyen Pinot Blanc, Pinot Gris y Arbane, unas variedades singulares. Huelga decir que esta clasificación también sirve para clasificar cualquier espumoso aunque no esté elaborado en la región de Champagne, de ahí que en ocasiones también lo veamos en cavas (véase nuestro post sobre Anna, Blanc de Blancs).
4. Rosé champagne: Este Champagne rosado se suele obtener mediante una mezcla de champagne tinto y de champagne rosado, aunque en ocasiones también se obtiene a partir del macerado del mosto de uvas tintas.

También puede ser clasificado en función del tipo de dulzor que presenta en boca:

1. Brut Nature, Zéro e Non-dosé: Este tipo de Champagne puede contener hasta 3 gramos de azúcar por litro, pero no se trata de azúcares añadidos.
2. Extra Brut: Nos encontramos ante un caldo que puede presentar hasta 6 gramos de azúcar por litro.
3. Brut: Se trata de un caldo casi seco, puesto que no contiene más de 12 gramos de azúcar añadido por litro.
4. Extra Sec: Sin llegar a ser un caldo dulce, puede contener entre 12 y 17 gramos de azúcar añadido por litro.
5. Sec: Contiene entre 17 y 32 gramos de azúcar añadido por litro.
6. Demi-sec: Puede contener entre 33 y 50 gramos de azúcar por litro.
7. Doux: Es la variedad más dulce, ya que puede contener más de 50 gramos de azúcar por litro.

Por último, en ocasiones también podemos encontrar otras clasificaciones:

1. Millésime: o añada, se usa cuando ese año ha sido excepcional.
2. NV o Non Vintage: es decir que se trata de un champagne sin añada concreta, puesto que se elabora a partir de una mezcla de vinos de varias añadas. Además, debemos señalar que se trata de un caldo envejecido un mínimo de 15 meses.
3. Vintage: Por lo tanto, podemos deducir que cuando se pone esta clasificación estamos ante un champagne elaborado con uvas de la misma añada. Además, debemos señalar que se trata de un caldo envejecido un mínimo de 36 meses.
4. Gran Cru o Premier Cru: Indica que se trata de un vino de un único terruño e incluso a veces de un único viñedo.
5. Crémant: En ocasiones encontraréis vinos espumosos con esta clasificación y quiere decir que se trata de un caldo más vinoso y con menos gas, ya que ha tenido un tiempo limitado de fermentación en la botella.

Si queréis, además, tener una selección de champagne os animamos a que leáis este artículo de Forbes, seguro que os encantará.

Por todo ello, sólo podemos animaros a probar varios tipos de champagne, independientemente del nombre de la bodega que los fabrique, ya que hay vida más allá de los grandes nombres comerciales.

À la votre!