Vitícolo: No sólo existe la uva Malvasía volcánica en Lanzarote. Esta uva, que casi ha desaparecido de la península con la aparición de la filoixera, en la Isla aún se cultiva por bodegas como ésta. El resultado es que aunque se trata de un vino seco, está muy equilibrado. Es ideal si deseas variar un poco de la Malvasía o si buscas un vino singular, que sin duda éste lo es. 

Vitícola: Cuando pensamos en Lanzarote pensamos en Malvasía volcánica o en Listán, pero a estas dos variedades autóctonas se le suma la variedad de Vijariego, una uva que casi ha desaparecido en la Península, pero que se adapta muy bien a los suelos volcánicos de la isla. A mí, después de unos días a base de secos isleños, me pareció un vino muy especial. Es un vino seco, pero con notas afrutadas y muy aromático que ha sido elaborado sobre sus lías tres meses como mínimo y eso se nota en la untuosidad que tiene. Una opción estupenda, para conocer otras variedades autóctonas. 

Color: Amarillo pálido con ligeros tonos verdosos. 

Sabor: Se trata de un vino blanco seco particular porque predominan aromas florales y tiene una entrada sedosa.

Presentación: Cuando hablamos de vinos lanzaroteños solemos pensar en botellas especiales y tal vez el uso de la botella tradicional es uno de los puntos fuertes de la presentación de esta bodega. Asimismo, el Grifo de su marca es una elaboración del propio César Manrique, artista lanzaroteño de reconocido prestigio. Con todo, se trata de una presentación simple y elegante que invita a pensar en el vino. 

Denominación de origen: D. O. Lanzarote

Añada: 2018

Precio: 17€ en la web de la bodega.

Uva: Vijariego (100%).

Etiqueta trasera: Discreta y escueta presenta el código de barras, la imagen de la bodega y algún dato esencial.