Vitícola: Bienvenidas sean las cestas de Navidad, porque nos permiten descubrir productos nuevos. Este año nos han traído este vino de la Rioja Alta que destaca, sin lugar a dudas, por su presentación moderna y atrevida. En cuanto al sabor he de confesar que, aunque soy más de garnacha, este vino me ha gustado bastante porque es un vino afrutado con unas notas a especias y a maderas, que según los entendidos son maderas dulces y sándalo. Es un vino fresco y fácil de beber, aunque tiene cuerpo, por lo que recomendamos maridarlo con platos sabrosos y sabores intensos.
Vitícolo: Un buen Rioja, 100% Tempranillo. Lo que más me ha llamado la atención es la etiqueta de “Bodegas Familiares de Rioja”, es una asociación de pequeños bodegueros riojanos con unos principios muy marcados sobre la la elaboración del vinos, como poseer viñedos propios, una viticultura sostenible y huir de las grandes bodegas industrializadas.
Sobre este vino todo es bueno, quizás un poco caro para tratarse de un Rioja Crianza, que suelen ser más económicos; pero el sabor es muy bueno, incluso la estética está muy cuidada con una botella singular y unos colores muy adecuados en su etiqueta.
Color: Picota intensa.
Sabor: Es un vino con cuerpo, pero equilibrado que nos recuerda a frutos rojos, maderas dulces y especias.
Presentación: Estamos ante una presentación atrevida y moderna, no sólo por la cromática y la imagen elegidas, sino también porque la etiqueta es un rectángulo que abarca desde la etiqueta hasta la contraetiqueta, dejando así un único lado de la botella sin cubrir.
Denominación de origen: D.O. Rioja
Añada: 201
Precio: 9,5€ en Internet
Uva: Tempranillo 100%
Etiqueta trasera: Se trata de una presentación muy visual que nos ha gustado, ya que no hay que perderse en textos largos para encontrar la información esencial como el tipo de uva y la crianza.