Semele

Vitícolo:  Este vino está muy bueno. Siempre os cuento que la denominación de origen de Ribera del Duero esta formada por pequeñas bodegas y éste es un claro ejemplo de cómo hacen el vino en esa Denominación de Origen. Dudo que los lectores lo conozcan, sin embargo es un vino que siempre saca mas de 90 puntos en la guía Peñin y por un precio inferior a los 10 €.

Está elaborado con uva Tempranillo y Merlot, seguramente buscando ese buen sabor que tiene.

En cuanto a la bodega es pequeña, tiene pocas líneas de vinos, de hecho cuesta incluso encontrar su página, pero es todo un acierto en la mesa.

Vitícola: sEmElE es un vino ecológico de cultivo local y orgánico. Para los literatos como yo, sEmElE es un nombre que nos es bastante conocido, aunque os voy a confesar que tuve que refrescar mi memoria con nuestro querido Google. Sabía que se refería a la mitología clásica, pero no recordaba muy bien dónde ubicarlo y… ¡bingo! Sémele fue una de las amantes mortales de Zeus y con ella engendró a Dionisio, dios de la vendimia y del vino. Sin entrar en más detalles, podemos afirmar que este vino se presenta como uno de los vinos representativos de la bodega, ya que ésta se llama: Bodegas Montebaco, haciéndo otro guiño a la divinidad griega, ya que Baco es otro de los nombres que recibe el dios Dionisio. Por ello, si algún amigo amante de la literatura clásica os invita a cenar y no sabéis qué vino llevar, éste es vuestro vino.

Dejándome de rollos, y yendo al grano, ya podéis adivinar que este vino me ha gustado mucho desde su presentación hasta su elaboración, pasando evidentemente por el aroma y el sabor. Se trata de un vino redondo en el que la complejidad de sabores se conjugan a la perfección en un resultado armonioso. Según los expertos se trata de un vino muy aromático y especiado, con notas de madera. En mi paladar inexperto puedo encontrar esa riqueza aromática y, de hecho, encuentro ciertos toques a regaliz y a anís, ya que deja un trasgusto profundo, dulce y muy agradable. Nosotros lo maridamos con un picoteillo sano, pero podéis maridarlo con cualquier cosa, ya que lo acompañará con la elegancia de su riqueza aromática.

 

 

Color: Según los expertos es un rubí profundo, mi ojo inexperto diría que es un picota profundo, pero “donde manda patrón…”

Sabor: Equilibrado y redondo, riqueza aromática y aterciopelado.

 

Presentación: La bodega que lo produce cuida hasta el más mínimo detalle y, siguiendo con la filosofía de la elaboración del vino la presentación también sigue la línea ecológica. La etiqueta de la botella está impresa en papel reciclado y la cápsula también está elaborada con un material respetuoso con el medio ambiente. Además, según hemos podido leer, la botella también está elaborada a partir de vidrio reciclado en un 75% y el tapón es de corcho natural, ambos elaborados con materiales nacionales. ¡Todo un acierto!

Y, bueno, nos parece una presentación muy moderna en la que juega con el espacio físico de la etiqueta y la tipología de las letras haciéndonos pensar en los caligramas de Apollinaire.

 

Denominación de origen: Ribera del Duero

Año: 2015

Precio:  9,55 € en Internet

Uva: 90 % Tinta del País (Tempranillo) y 10% Merlot

Etiqueta trasera: Sencilla y clara.

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