Wineday winelovers, pues sí, nos estamos haciendo unos expertos de las catas online. Esta vez viajamos con el paladar hasta la Denominación de Origen de Valdepeñas con tres vinos de una bodega familiar cuyo nombre es un homenaje al primer terreno que compró el padre de los actuales dueños.
Vitícola: Es el primer vino que probamos de la D.O. Ribeiro y, la verdad, es que ha sido un acierto. Este vino ha sido elaborado por una bodega que acaba de celebrar el 50 aniversario desde que un grupo de viticultores se agruparon para recuperar las variedades de Loureira, Godello, Albariño y Treixadura, entre otras. Y, además, ha sido nombrada como La Mejor Bodega de España en 2017 por Premios Varema. Nosotros hablamos hoy de la joya de su bodega: Viña Costeira, el vino blanco más vendido en Galicia, según indican en su web. También, cabe señalar que la cosecha de 2017 ha sido un auténtico éxito gracias a las altas temperaturas registradas y a la escasez de lluvia, ya que ha contribuido en la maduración y en la calidad de la uva. Con todo, puedo decir que me pareció un vino muy fresco y ligero que maridó bastante bien con nuestro salteado de pollo a la piña, ya que era una comida muy sabrosa.
Vitícolo: Muy buen vino, ideal si estas por Galicia disfrutando de sus pulpos, pescados y mariscos. Es un vino muy mineral, que se dice cuando el vino tiene tonos salados.
Vitícola: Es el primer vino de Lanzarote del que hablamos en nuestro blog. Como sabéis, se trata de una isla volcánica de clima subtropical, de ahí que los vinos de esta zona sean originales y atractivos para el paladar. Se trata de un vino seco, y esto quiere decir que no se caracteriza por su dulzor, pero no por ello se trata de un vino difícil de beber. En efecto, estamos ante un vino complejo con matices frutales y herbáceos; para nosotros, además tiene un punto de salinidad y de mineralidad, que nos recuerda al terreno abrupto y a las cenizas volcánicas (¡qué ganitas de vacaciones!, hihihi…). Por ello, tanto si os gusta el vino seco, como si no, es muy recomendable probarlo. Si os sirve de orientación, a mí no me suelen entusiasmar los vinos secos, pero éste tiene ese “no sé qué, que qué sé yo, que yo que sé” que merece tener una oportunidad en vuestra mesa.
Vitícolo: Seleccioné este vino en la tienda porque me llamó la atención la botella. Además los otros vinos Canarios que he probado me han encantado. Lo cierto es que a mí no me ha apasionado tanto como a Vitícola, el problema es que no me gustan los vinos tan secos, pero claro en la etiqueta se indica claramente que se trata de un vino seco.
La botella es simple y muy bonita, aunque echo en falta algo de información adicional, quizás con una pequeña contraetiqueta lo arreglarían.
Vitícola: Estábamos en nuestra bodega habitual cuando vi esta botella y no pude resistirme. Sin lugar a duda el tono del amarillo intenso me recordó al Sauternes y no pude resistirme. No obstante, en boca no tiene nada que ver con este vino dulce francés. Estamos ante un vino blanco equilibrado y redondo que me gustó mucho porque se trata de un vino afrutado y fresco y que tiene una excelente relación calidad/precio. Por ello, ¡sólo podemos recomendar este vino!
Vitícolo: Los riojanos no sólo hacen tintos, este blanco está muy bueno, su sabor es redondo y agradable. Se han usado tres tipos de uva en su elaboración, por lo que casi con toda seguridad, se trata de un vino ensamblado. Sin duda un vino para repetir y para tomar en verano.
Vitícola: Cuando hablamos de la Bodega Marqués de Riscal estamos hablando de un valor seguro, ya que ha conseguido convertirse en una referencia gracias a la elaboración y a la calidad de sus vinos, de hecho en 2016 obtuvo una puntuación de 91 en la Guía Peñín. Además, cuando hablamos de la añada del 2017 estamos hablando de una añada que ha sido calificada como excelente por el Consejo Regulador. Por todo ello, podréis imaginaros que estamos ante un buen Rueda Verdejo que se caracteriza por su intensidad aromática, su frescor y su equilibrio en el punto entre amargor y dulzor. Un Rueda Verdejo muy recomendable, sin lugar a dudas.
Vitícolo: Es un Verdejo de los buenos. Este vino ha ganado mucha fama por su buena puntuación en la Guía Peñin y, además, es un vino que se puede encontrar en grandes establecimientos como Mercadona o Carrefour. Si buscas un buen blanco para una cena, éste es un valor seguro. Ahora bien, si te gusta arriesgar hay Verdejos de bodegas pequeñitas, sin tanto tirón, que no tienen nada que envidiarle a este vino que nos presenta sabor muy correcto, con una acidez muy controlada. Un precio algo más alto a otros Verdejos que hoemos probado como El loco, LB1 o Cuatro Rayas.
Vitícolo: Es un vino muy dulzón y afrutado a la vez. Es el primer vino de aperitivo que catamos y del que escribimos en el blog. Su sabor es muy agradable, eso si no esperes que un atisbo de sequedad en tu paladar cuando lo pruebes, como puede pasar con cualquier otro vino blanco, es todo lo contrario muy dulce y afrutado, incluso se hace algo espeso en boca.
Combina muy bien con un postre muy fresquito o con unos entrantes como queso o foie, además el que venga en botellas más pequeñas ayuda para usarlo en un entrante. La botella da bien para 4 copas.
Los franceses hacen un vino muy parecido, diria que elaborado de la misma manera, a este vino en Francia se le denomina Sauternes, la Vitícola por sus orígenes parisinos seguramente profundice en este tema.
Si estas buscando un Sauternes, prueba éste, es español y viene de una provincia castellano-leonesa. El Sauternes francés más barato costará unos 12 €/la botella y éste, que es nacional, cuesta 6 € y, en mi opinión, os va a encantar.
Vitícola: Pues sí winelovers, soy una fan incondicional del Sauternes. Un vino francés que se cultiva desde tiempos inmemoriales en la región vitícola del mismo nombre -Sauternes-. Se trata de un vino blanco dulce que se hace con uvas -sémillon en un 75/90%, sauvignon blanc y/o muscadelle- infectadas de un hongo que potencia su aroma y su dulzor, mientras mantienen cierto nivel de acidez. Nada más ver la botella de Val de Reyes supe, por el tono dorado del vino, que se trataba de un vino dulce que me recordaría mucho a este vino francés con el que solíamos acompañar al foie. Y, en efecto, no me defraudó. Este blanco de Bodegas Fariña es un vino dulce que se bebe bien fresquito y que marida a la perfección con el Foie Micuit à l’Armagnac que yo misma elaboro.
