Vitícolo: A medida que voy probando más vinos en en blog, me estoy volviendo más aficionado a los Riojas. A pesar de tener una denominación de origen que mantiene unos estándares para controlar la calidad, dejan un margen suficientemente amplio para que cada bodega pueda darle su toque de sabor característico.
Este Rioja es un claro ejemplo, con una crianza cuidada que acentúa el sabor. Además como muchos otros vinos de esta denominación de origen, se apuesta por mezclar Tempranillo y Mazuelo, uva que se caracteriza por ser de maduración tardía.
Sin duda es un vino muy recomendable y aunque menos conocido que otros grandes Riojas, como Ramon Bilbao o Carlos Serres, no tiene nada que envidiarles.
Vitícola: Conocimos esta bodega en el Salón de las Estrellas y, la verdad, es que la presentación de su stand era de lo más cuidada: habían traído unos racimos de uvas que habían dispuesto de manera bastante graciosa para que los catadores pudiésemos ver y comer la uva de la que procedía el vino en cuestión. Nos gustó este detalle de Marketing, por lo que entramos en su web para saber más y allí nos dimos cuenta de que se trata de una bodega que da una imagen joven y cuidada. En cuanto al vino podemos decir que presenta una excelente relación calidad/precio porque se trata de un vino equilibrado, afrutado y con un recuerdo a los 12 meses de crianza que, personalmente, me han parecido muy acertados. Estamos hablando de un Rioja que presenta unos matices interesantes, por lo que os invitamos a que le deis una oportunidad en vuestra mesa.
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Vitícolo: Un Rioja crianza con un precio muy comedido. Nada malo puede salir con estos vinos, que te guste más o menos este vino es cuestión de matices, pero a nadie que le guste vino puede decir que se trate un mal vino. Es fácil de beber y te puede servir tanto para un picoteo como para una comida algo más seria.
